El anterior capítulo: " EL GATO EGIPCIO, Y EL MISTERIO DE LA CASA DESHABITADA" 2ª parte No es que tuviera miedo, pero una vez más queda demostrado que, cuando entras en casa ajena y además oyes voces , lo más sensato es esconderse en lugar seguro; y aquí estoy dentro de un armario, en una habitación amueblada, de una casa abandonada. --Algo suave está rozando mi pierna, -- ¡ No estoy solo ¡ , ¡ Miurrr, eres tú ! , ¡ Qué susto me has dado ! . Todo este tiempo has estado junto a mí, y yo sin enterarme.…