Repasando mis apuntes de la ALHAMBRA DE GRANADA he considerado interesante darlo a conocer a quien les interese.
El agua en el Al-Ándalus (es el nombre que en la Edad Media dieron los musulmanes a la Peninsula Ibérica) fue el protagonista absoluto de su arquitectura. Ellos, tan sibaritas, cuando no guerreaban, se pasaban las horas tumbados al fresquito absortos con el sonido de sus fuentes; alrededor de los estanques plantaron una serie de árboles frutales y plantas aromáticas con el fin de perfumar el ambiente y producir aceites perfumados y esencias florales, todo estaba diseñado para recrear los sentidos.
El cenit llegó con el reino de Granada y también su último baluarte, 23 sultanes gobernaron en los 254 que se mantuvo el reino nazarita granadino, ellos crearon un mundo particular diferente a todos, el agua era un elemento mágico, y sobre todo símbolo de pureza, recordemos que en Cordoba habia alrededor de 600 baños y en Granada 900.
Las ALBERCAS o estanques colocadas delante de los palacios, como es el caso del Estanque del Partal, o el Palacio de Comares tienen un gran valor estético al reflejar la arquitectura que le precede, esta sensación óptica de duplicar el monumento no solo lo agranda aumentando su belleza, sino que se produce un bello efecto de movimiento frente a la inmovilidad del edificio.