EDWARD HOPPER en una ocasión dijo que el 90% de los artistas son olvidados después de su muerte, está claro que no es su caso, al dia de hoy sigue siendo uno de los pintores más apreciados del arte contemporáneo, sus figuras solitarias, sus paisajes enigmáticos, sus casas, sus gasolineras, sus interiores densos y amenazadores, las escenas urbanas, las esquinas, las oficinas, el mar, los faros, el cine son sus temas favoritos.
En sus obras se revela cierta predilección por el voyeurismo, muchos de ellos protagonizados por mujeres solitarias absortas en sus pensamientos ya sea en cafeterias, en habitaciones de hotel, en vagones de tren, o en una sala de cine.
LA LUZ es un elemento esencial en su pintura, me recuerda a las iluminaciones teatrales o cinematográficas.
Y es que a EDWARD HOPPER le encantaba el cine, construía realidades simplificando los planos, sus cuadros parecen en muchos casos fotogramas de películas, extractos de una narrativa inconclusa, sus figuras no son reales, son como marionetas pero cargadas de significado.
Numerosos directores de cine se han inspirado en sus obras, el más conocido Alfred Hitchcock confesó haberse basado en LA CASA JUNTO A LAS VÍAS DEL TREN, 1925, para crear Psicosis. Pero tambien, Win Wendeers, David Linch, Martin Scorsese...su influencia es enorme en muchos artistas contemporáneos.
Es un pintor único, se entretuvo en pintar lo aparentemente anodino, lo exento de interes, la mirada de una mujer en una oficina, calles desiertas del cinturón industrial sin ninguna belleza arquitectónica, una gasolinera perdida o la incomunicación entre dos personas, es lo que confiere a su obra una profundidad psicológica y un constante pesimismo existencial.
En el 2014 escribí un post sobre este cuadro LA HABITACION DEL HOTEL
LA OBRA DE CABECERA la acabo de terminar, junio 2025, la he pintado en una caja que me regalo mi amiga Victoria, me pareció el soporte perfecto para hacer un Homenaje a Hopper al que tanto admiro.