Miércoles, 21 Septiembre 2022 18:20

GARCÍA LORCA el poeta que cambió mi vida. 1ª parte

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                  FEDERICO GARCIA LORCA fue un poeta en el sentido más determinante y profundo de la palabra. Fue un poeta porque la poesía condicionó toda su vida, e incluso su misma muerte. Él dijo en una ocasión: "...yo no como, ni bebo, no entiendo más que en la poesía"

                     Sus más importantes biógrafos lo han señalado como un hombre con unas dotes extraordinarias para encandilar a los que le rodeaban. "La obra maestra era él" señalaba Luis Buñuel. La tertulia más gris se transformaba en alegres colores ya fuera tocando la guitarra, el piano, o recitando; da igual que fuera en Madrid, en Barcelona, en Nueva York o en Buenos Aires, deslumbraba a cuantos se acercaban a él. 

                El poeta Romero Murube que conoció bien a Lorca, lo califica de "muchipersona"; esto es, un ser polivalente, tierno, inocente, ardiente, poliédrico...un ser nacido para la libertad.

               Por debajo de esa pluralidad corría palpitante el río de su infancia en buena medida campesina y alegre; los primeros años en Fuente Vaqueros y Valderrubio (en esta localidad se inspiró para escribir "La Casa de Bernarda Alba") le marcaron mucho. Declaró en su madurez " Amo a la tierra, me siento ligado a ella en todas mis emociones", y en otras declaraciones dijo "Toda mi infancia es pueblo, pastores, campos, cielo, soledad..."

                  Los que han estudiado a fondo a Lorca, como Miguel García-Posada, dice que había en el hombre Lorca un apego a la niñez que explica algunos de los rasgos de su personalidad. "Las emociones de mi infancia siguen en mí, yo no he salido de ellas". Pero ese apego a la niñez, ahora sabemos que eran un recurso para encubrir una soledad muy profunda, que solo sus amigos más íntimos captaron, probablemente cuando descubrió, por un amigo de la Residencia de Madrid, Pepín Bello con el que compartió habitación por un tiempo, que le gustaban los hombres.

          Su arrolladora personalidad es probable que fuera una manera de alejar esa soledad que sentía, y sobre todo su tremendo miedo a la muerte, que el perfilaba como noche oscura. De ahí su obsesión por la LUNA. 

          FEDERICO GARCÍA LORCA, rompe con el significado romántico de la luna, y nos la presenta como un vehículo que ilumina el sentimiento trágico de la vida, y esto es lo que más me gusta, haciendo convivir tradición popular y cultura.

          NOTA: Continúa en este post G. LORCA, el poeta que hizo de su vida una vocación permanente

          NOTA: En este Blog también encontrarás los siguientes posts:

       1ª  Federico García Lorca, la muerte que no cesa, 2º IAM GIBSON y LORCA   y 3º F.GARCA LORCA y su compromiso con la música popular                

            P.D. El dibujo lo realizó Salvador Dalí

 

             

                     

 

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